2010 – Calientes y oscuros vientos – Luis Hernández Mellizo – La Casa – Santa Fe de Antioquia, Colombia

Una residencia artística se traduce en espacio que estimula los proyectos y no directamente las piezas denominadas arte, donde se trabaja desde la práctica y no desde el resultado. Para los artistas, es como estar de vacaciones, vacaciones trabajadas, constructivas y enriquecedoras. Permitiéndole descubrir caminos para resolver su trabajo, de acuerdo al nuevo contexto.
En ese cambio de escenario que supone una residencia, se vive un ‘shock cultural’, en el cual, se experimentan diversas sensaciones: Una etapa de turista, una de vacuidad, una de recuperación y, finalmente, una etapa de aceptación (1). Ésta residencia comprendió un mes, en el cual, alcancé a probar la etapa de turista: de intensidad, actitud positiva y excitación, gracias a las características propias de Santa Fe .
Una residencia artística generalmente se desarrolla en esa primera etapa en la que el artista se enfrenta a un cambio de entorno. La definición de su proyecto, en principio, con un sentimiento de fascinación y encanto. Sin embargo, como primer residente, afrontar la transición de uso del espacio de un hogar a uno de reflexión y creación, en el que se pretende acuñar un lugar ‘virgen’, crudo y abierto a posibilidades de intervenciones, me dejó en el inicio de la vacuidad. Ayudar a sacar muebles, despojar el ambiente de adornos y comodidades propias de la casa, me pareció a un robo ajeno, más que a una mudanza o desalojo.

Sobre Calientes y oscuros vientos

El intento de comparar los diseños de los mosaicos de los tipos de piso con los relieves de las cubetas de cartón para huevos, fue fallido. Tambien el intento de valerme de los mangos provenientes de los árboles del patio, para conducir hacia el interior de la casa a las hormigas arrieras que los consumen, no fue suficiente y sí, me propinaron dolorosas mordidas. Decidiendo finalmente, apoyarme en dos elementos directamente relacionados con las condiciones características del sitio: el aire y los murciélagos.
En primer lugar, los generosos espacios de la casa quedaron vacíos. Sólo quedó aire, aire caliente. La sensación de calor subió intempestivamente. Según el diario local, la temperatura a la sombra fue de 42°C y de 53°C al sol directo. Gran parte de las noticias estuvieron relacionadas con la inusual ola de calor: “embates del verano, intenso sol, altas temperaturas, animales muertos. ¡Qué solazo! ¡Qué bochorno! Nadie sale, nadie duerme” (2). El ventilador fue utilizado para representar visualmente el aire. En la casa, las puertas y las ventanas permanecían abiertas para que la brisa refrescara el ambiente. -segundo- una noche un murciélago entró reboloteando, fue cuestion de encender la luces para que desapareciera. Los murciélagos son queridos por los habitantes de la ciudad. Son un símbolo de vigilancia y hacen parte del escudo de armas de Santa Fe.

La sala sirvió para el montaje cuatro ejercicios:

-Un afiche de una vista panorámica de la ciudad que circuló en la prensa. Lo empalmé sobre una cartulina negra y recorté seis murciélagos volando de día. Una permantente vigilancia se ejerce sobre la ciudad madre, ciudad histórica y turística de los antioqueños, aires de aprensión bicentenaria.
-Dos murciélagos rebolotean alrededor del único bombillo en el centro de la sala. A veces parece un ritual de apareamiento, otras, parece un combate. Fueron realizados con cinta magnética y vuelan por el impulso de un ventilador instalado en una esquina. (La asociación de la cinta magnética impulsada por el aire, como técnica, la tomé prestada del artista Zilvinas Kempinas).
-Una fotografía en la que estoy ‘abandonado’ en medio de la nieve, es balanceada por el viento. Éste parece ser generado por las sombras de tres ventiladores como proyectadas desde el bombillo. Las sombras fueron dibujadas con grafito sobre la pared y el piso. (Tomé prestada la ‘alusión a la ausencia’ de los objetos utilizada por artistas como Regina Silveira).
-Un ventilador se extiende transversalmente por la sala acorralando al otro. El primero, ventila oscilando como pavoneandose sobre el segundo. Éste segundo, está totalmente desmantelado y despedazado como por acción de unos enormes vientos cruzados. Los dos ventiladores eran idénticos, de marca Super Crown.

Caliente
adj. Que tiene o produce calor.
adj. Dicho de una disputa, de una riña, de una pelea, etc.: Acaloradas, vivas.
adj. Conflictivo, problemático. Se elevan las tensiones para un otoño caliente.
~ tierra caliente.
1. f. Col. y Ven. Zona climática situada a menos de 1000 m de altura sobre el nivel del mar.

Oscuro
adj. Que carece de luz o claridad.
adj. Dicho del linaje de una persona: Humilde, bajo o poco conocido.
adj. Incierto, peligroso, temeroso. Porvenir oscuro
m. Pint. Parte en que se representan las sombras

Viento
m. Cosa que mueve o agita el ánimo con violencia o variedad.
m. Vanidad y jactancia.
(3)

1. Passages, Cambridge University Press, 1998. pg 94
2. Periódico El Santafereño, noticias de 1 al 8 de Febrero, páginas 9 y 13; del 12 al 20 de Febrero páginas 6 y 7.
3. RAE, fragmentos tomados de la página de consulta http://www.rae.es/rae.html
Fotografía en la nieve: Eliana Baquero. Kumanday, Parque de los Nevados, Colombia. Enero 2010.
Agradecimientos a Adriana Rios, Natalia Salas y Alexandra González Mellizo.

La Casa Residencia artística en Santa Fe de Antioquia, Colombia. Calle de la Amargura 8-09

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *